sábado, 21 de mayo de 2011

#acampadasol y el mundo 2.0

   Hoy, con permiso de mis lectores, voy a hacer mi primer post ni médico ni subclínico. Pero es que, contemplando el movimiento #15M, he recordado la canción de Lluis Llach "El jorn dels miserables" de 1974 que decía algo así:

 “Qué pocas palabras tengo, y las que digo son tan gastadas que habrá que buscar nuevos caminos en los que ya no sean necesarias. Que poca fuerza tengo, tantas veces mal enfocada, la quiero toda para mañana cuando la hazaña lleve al alba. Cuanta rabia tengo, quizá tenga que convertirme en un perro porque no puedo olvidarla. Qué poca esperanza tengo, quizá sea mejor abandonarla, no sea que esperar nos aleje más de lo realizable. Cuanta miseria tengo, bajo los pies sobre mi hombro, y la quiero guardar conmigo hasta el día de los miserables”. 

  Han pasado nada menos que 35 años y sin embargo la letra suena tan actual como las revoluciones en los países árabes o el contagioso movimiento #15M. 

  Tengo al sensación que se trata de un síntoma mucho más ubícuo que la mera geografía, la política o la economía. Hay erupciones por todas partes y cada una persigue un objetivo distinto. Pero ¿cual es su denominador común?: el reconocimiento del derecho a ser libres, a pensar por nosotros mismos, a ser tal y como somos y no como los demás han esperado o querido que seamos. 

  Es evidente que ya no estamos dispuestos a conformarnos ni someternos a todo lo establecido, en la política, la economía, la sanidad o el arte. ¿Acaso sea por la falsedad, ineficacia y arrogancia de lo que se ha postulado como única forma de entender la realidad?. 

  Hace unos meses una foto ocupaba la portada de un diario nacional. Se trataba de un muchacho joven con el torso desnudo, ondeando una bandera egipcia sobre el cañón de un tanque. La imagen se centraba en esos dos focos, el tanque y el hombre libre. Pero había un detalle que pasaba inadvertido y que, a mi juicio, le daba mayor contenido a la escena: los pantalones de talle bajo dejaban ver el elástico de sus calzoncillos en el que se podía leer con claridad "VERSACE". Nada más lejano de la revolución islamista que muchos sesudos comentaristas políticos temían. Se trataba sencillamente de un joven que expresaba su deseo a ser como quería ser y reclamaba que el sistema le reconociera ese derecho tan simple que, de forma tan clara, quedaba representado por su ropa interior. 

  Parece que va a acabarse la política de “esto son lentejas”. El mundo 2.0 incluye el pensamiento colectivo y libre, sustituye la pirámide de poder vertical por una estructura reticular autoregulada. Cuando empiezo un tratamiento con un paciente nuevo lo que persigo es ayudarle a llegar a ser un adulto sano y libre que sea capaz de amar y trabajar en armonía con su entorno y consigo mismo. Por algún motivo percibo que estas corrientes subrevolucionarias tienen mucho que ver con lo que podría constituir el inicio del tratamiento de esta sociedad postcapitalista y postcomunista completamente enferma, impostora y esclerosada pero llena de vida generatriz.

   Cito un post de mi amigo Javier Babuglia hoy en Facebook¿Jornada de reflexión? jajaja Yo ya llevo muchos meses reflexionando ante las tamañas barbaridades y tonterías que cada mañana me dictaba la radio, sobre quien no está ni preparado, ni en posición de representarme ni mucho menos tomar el timón de este Estado al que pertenezco... qué reflexionen ellos, espero que desde la cola del paro!”

  Hoy he querido transgredir la línea editorial del blog como un homenaje expreso al pensamiento libre que florece cada vez con más fuerza. Ojalá haya llegado el día de los miserables como quería Llach hace mas de tres décadas, ojalá todos nos atrevamos a construir algo nuevo y más cercano a la verdadera libertad. A lo que hace poco menos de una semana comenzó a ser denominado democracia real en #acampadasol

3 comentarios:

  1. Hola sergio, creo que no te sales del tema, a no ser que fueras fundamentalista del biologicismo, que no me lo parece. Lo que sientes como corriente que trasciende fronteras y etiquetas varias es, entre otras cosas, altamente terapéutico, como todo lo liberador.
    Pero creo que algo parecido dices en el post, así que yo sólo lo corroboro y me sumo al análisis, muy parecido al mío.
    Saludos y salud!

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  2. Gracias Julio y etiquetada. Y tienes razón, soy fundamentalista del sentido común pero de nada más. Voy a leer ahora tu blog. Un abrazo a los dos.

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